Carta a Patricia Giselle
Fue entre septiembre y noviembre (sorry nosotros los hombres, las fechas no las tenemos precisa, pero se que mas tarde cuando leas esto me daras la fecha exacta), la hora tambien, cuando te vi por vez primera, de verdad me sorprendi tu subiendo la escalera, yo bajando; me inquiete no podia creer que una flor había ahi, yo como siempre solo -siempre buscaba la soledad- te conoci.
Habia alquilado un departamento en el tercer piso, amplio, comodo con vista al parque para descansar y escribir, para embriagarme lejos de la tierra; y te conoci. Ahi con esos hombros desnudos albos radiantes, para mí;aunque al comienzo pense que era casualidad, pero el Señor es sabio y sabe lo que hace, El te puso en mi camino.
Hola, dije y comenzo todo, comenzo a hilarse la tela del sofá, que con tanto cariño años despues fuimos a comprar, y comenzo a buscarse el cobre de los cables de la primera tele en blanco y negro que tuvimos, en nuestro primer cuartito, Hola dije y se comenzo a elaborar en algun rincon del mundo, la ropa de nuestros hijos que ibamos a tener;sin saberlo nosotros caminamos por las calles chiquitas y por esa avenida de arboles grandes y pampones semiverdosos que daban a la Avenida Faucett, fuimos al cine, a la Procesion, a las discos que habian por alli, fuimos al centro, fuimos a otras avenidas, y nacio el amor, para mi el verdadero y unico amor que tuve, que esperé, y que soñé, fuimos despues con el tiempo, solo uno.
Nos amamos furiosamente, pareciera que se acercaba el fin del mundo, comprende yo era bastante mayor ahora lo recuerdo (xx años) y tu jovencita (XX años), comenze casi jugando a enredarme gustoso en la tela de araña que tu prolijamente tejias para mi y fuí.
De ello nacio mi primer hijo, al que amo demasiado y estoy latente ante sus inquietudes, y esa grata experiencia que me regalaste me hizo por muuuuuuuuuuuuuuuuuuuuchos años feliz, lo vi jugar esplendoroso y radiante a tu vera y ambos eran mios, me diste paz, tranquilidad, consuelo y comprension, me diste lo que añore por milenios, me diste amor.
Me diste caricias, me hiciste renegar, me hiciste crecer como hombre, como padre, como ser; y sabes que, me diste algo mas maravilloso aún, me diste a mi Hija, la que me acompaña hoy, mirando el teclado incomprensible que manipulo, me diste a la Reina incomparable de mi felicidad, o sea me diste vida, me diste oxigeno y viví.
Ahora 16 años despues de decir hola, estoy refeliz de tenerte a mi lado, no sabes cuanto me duele cuando me castigas y te vas a otra cama, para no seguir durmiendo conmigo y me dices ¡Sillonazo!, no puedo ahora dormir sin ti, no me imagino la vida sin tu compañia, asi como eres te quiero, aunque a veces me cuesta decirlo, aunque a veces la lengua se me traba, Patricia eres lo mas importante que ocurrio en mi solitaria vida, en mi vida (como mi hija me lo dice - yo se lo enseñe-) mi vida antes de ti era una vida en blanco y negro, una vida sin control remoto y sin internet osea no era vida.
Ahora solo te puedo decir cada instante, que bien que nos encontramos en la escalera, tu subiendo yo bajando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario